Construcción del ser como pilar...
Magda Dinorah Valdez Ceseña,...
La obra escrita por los autores, doctores Óscar Cano Manzo, Noelia Camacho Ávila y Magda Dinorah Valdez Ceseña que aquí prologamos, es muy ambiciosa, ellos mismos lo reconocen al comienzo de la introducción: "nos hemos comprometido con una utopía". La utopía, el tropo aún no presente, es la eterna inquietud humana como trascendencia y búsqueda del ser. El ser humano, por esto mismo, es histórico; cambiante. Podríamos decir, que la utopía es la condición de la existencia temporal del hombre. De ahí la célebre obra de Martín Heidegger, Ser y tiempo. El ser es advenidero, acontece como temporalidad novedosa. Pero todo advenir procede de un lugar anterior y es un cambio de presente (pre-ente). La fórmula dialéctica de Heidegger para nombrar la temporalidad humana (existentes) reza: la historicidad es un advenir siendo sido "la historicidad" es un "advenir-siendo-sido". El hombre es sus posibilidades de ser, el ser, pues, acontece, el ser no es un presente definido. A esto se refiere la diferencia ontológica que hay que tener muy en cuenta, el ser no es el ente (un objeto pres-ente) el ser es trascendencia, es decir, utopía. Para el pensamiento griego otra manera de nombrar lo utópico es poiesis que podemos pensarla de una manera general, como creación: lo nuevo. Es en este sentido que los autores hablan de "construcción" del ser. Construcción histórica obviamente. No construcción solamente del ente sino del ser. Es decir, del hombre mismo por él mismo (eterno retorno de la diferencia ontológica). Para el griego antiguo ésta era la tarea más alta: la paideia. El trabajo de pensamiento de nuestros autores es de-sentrañar (aletheia, des-ocultar) la paideia del hombre actual: su ser y deber (pedagogía) ser.
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