Hay amor más allá de Mr. Darcy
Es una verdad universalmente aceptada que todo soltero en posesión de una gran fortuna necesita una esposa.
Este comienzo de Orgullo y prejuicio, repetido con deleite incluso por quienes nunca han leído ni leerán la novela de Jane Austen, esconde su reverso: que toda muchacha sin fortuna familiar que le asegure la independencia económica necesita encontrar un soltero en posesión de una gran fortuna.
Y es sobre este reverso que se juegan todos los lances, angustias y alegrías de Orgullo y prejuicio. Porque la señora Bennet, matriarca algo deslenguada de Longbourn, tiene no una sino cinco muchachas sin derecho a herencia a las que colocar antes de que se marchiten. Jane, Elizabeth, Mary, Kitty y la turbulenta Lydia.
¿Hay amor en este relato de costumbres que ha servido de inspiración para uno de los subgéneros más populares de la novela romántica? Sí, pero sobre todo hay estrategias patrimoniales a largo plazo en una economía que todavía no conocía la inflación. Y la permanente tensión del ascenso o el descenso en los estamentos rígidos de una sociedad en la que el capitalismo industrial aún no había completado su revolución.
Hay amor después de Mr. Darcy, e incluso mejores amantes
Mientras muchos clásicos necesitan de la respiración artificial que le conceden los estudios académicos y las ediciones universitarias, Jane Austen goza de buena salud en las calles, las librerías, el cine, la televisión y el amor de los lectores gracias a que, generación tras generación, una pléyade de émulas literarias reactiva las cosquillas que todos sentimos al mezclar los territorios sensibles de la atracción sexual, el amor y el dinero.
Y si Mr. Darcy, primero pretencioso y esnob, se muestra como el gran caballero merecedor de compartir la vida con la muy necesitada pero independiente Elizabeth Bennet, otros protagonistas han aparecido para las delicias de la lectura autocomplaciente. La mayoría de ellos con menos modales, pero infinitamente más sexys.
Estas son nuestras recomendaciones:
Arabella Tallant y Robert Beaumaris
Primogénita de un empobrecido pastor anglicano que ha hecho honor a Dios teniendo ocho hijos, Arabella Tallant llega a la casa de su abuela materna en Londres a la caza de marido. Y ya que ha de ser marido, mejor que sea rico, como le ha aconsejado su madre.
Robert Beaumaris es rico y tiene una posición social prominente en el Londres de la Regencia. Es un soltero empedernido y justifica su suspicacia hacia el matrimonio en el convencimiento de que todas las mujeres van detrás de su fortuna. Arabella, que se siente atraída hacia esta versión más sonriente y más irresponsable de Mr. Darcy, no escapa a las sospechas.
Impetuosa y obcecada, Arabella no está dispuesta a perder el amor de su vida por un balance financiero y hace correr la voz, en el Londres elegante, de que es una rica heredera. De pronto, se ve rodeada de pretendientes de toda laya: desde duques y condes hasta dandis cazafortunas. El juego empieza a tornarse peligroso, no solo por el acoso al que se ve sometida sino porque la mentira tiene patas cortas.
¿Por qué no elegir a cualquiera de los buenos partidos y volver a casa con los deberes hechos? Es que Arabella ha descubierto que en su corazón hay amor. Y el objeto de ese amor es el hombre que la ha despreciado públicamente, llamándola cazafortunas: Robert Beaumaris.
Georgette Heyer (1902-1974) fue una popular escritora de novela romántica histórica y novela policíaca. Con un estilo más risueño y menos crítico que su modelo, Jane Austen, su obra es tal vez la que más se acerca a la de la autora de Orgullo y prejuicio. En español la publica Salamandra.
Portia Ashford y Simon Cynster
Simon Cynster es un Mr. Darcy con un curso aprobado de kamasutra. Delgado, musculoso, sexy, dueño de una de las mayores fortunas del Reino y exitoso con las mujeres de toda categoría y edad que aceptan pasar por su cama una noche, se diría que es el soltero feliz.
Pero como gran heredero tiene que pensar en el futuro de la fortuna. Y no hay futuro para las fortunas si no hay hijos. En secreto, porque no quiere lidiar con todas las jovencitas que se le echarán encima si revela sus planes, Simon Cynster empieza a buscar a la futura señora Cynster en la activa vida social de las clases altas. Deberá tener el estatus necesario para dar descendencia a una de las familias más influyentes de Inglaterra, pero Simon también busca a alguien que por las noches cumpla con otros deberes, más privados.
En un baile en Glossup Hall, lo sorprende sentirse atraído por Portia Ashford: la niña con una melena ala de cuervo que fue su amiga y rival desde la infancia. Portia, que tiene fortuna suficiente como para no pensar en el matrimonio, exige que Simon ponga en juego todas sus dotes de amante para rendirla.
Y como el asunto amoroso parece ir resolviéndose según sus planes y con buenas dosis de sexo explícito, la autora debe recurre a un misterio para mantener el entusiasmo del lector. En Glossup Hall aparece un asesino y todo parece indicar que la próxima víctima será la atleta erótica Portia Ashford.
Stephanie Laurens nació en Ceilán (hoy, Sri Lanka), pero es australiana. Bioquímica de formación y profesión, empezó a escribir novelas románticas para distraerse del trabajo científico como investigadora. Cuando sus novelas del período de la Regencia alcanzaron el primer puesto entre los best-sellers del New York Times, se dedicó en exclusiva a la escritura. Es autora de Ediciones B.
Para Claudine de Tourville hay amor por partida doble
Como consecuencia de la toma de la Bastilla, Claudine de Tourville y su madre huyen de Francia hacia las pacíficas costas británicas. En la mansión ancestral de su familia materna, Claudine siente que ha llegado a casa.
Pero Eversleigh Court es un sitio cargado de historia, de malicia y de peligros.
Claudine no tarda en verse atrapada por la pasión de sus dos hermanastros. David, sereno, cortés, estudioso, el marido perfecto. Y Jonathan, tempestuoso, arrogante, sensual, muy lejos de un buen marido aunque muy cerca del perfecto amor.
El triángulo amoroso que forman arderá más alto que las llamas que envuelven a Francia y Europa. Y puede quemar tanto o más que una revolución.
Las novelas de Philippa Carr tienen siempre un punto de misterio, sin llegar a los asesinatos de Stephanie Laurens. La heroína debe resolver un enigma antes de llegar a la felicidad amorosa deseada, en una vuelta de tuerca de los malentendidos que siempre amenazan la felicidad de las heroínas de Jane Austen. Más cerca de la pasión que del sexo, también pueden hacer pasar un buen momento a lectores con imaginación.
Philippa Carr es uno de los seudónimos de Eleanor Alice Burford (1906-1993), considerada la reina de la romántica histórica. Muy conocida también como Victoria Holt y Jean Plady. Esta es una de las pocas novelas suyas que acontece en lo que se da en llamar el período Regencia. Ciudad de Libros publica toda la serie de Hijas de Inglaterra, de la que Voces en un cuarto embrujado es la undécima entrega.
También hay amor para las viudas
Charlotte Harris, viuda y dueña de la Escuela de Señoritas que da nombre a esta serie de novelas de Sabrina Jeffreis, está disgustada por haber perdido el contacto epistolar con su misterioso benefactor. El «primo Michael», ofendido por su persistencia, ha cortado toda correspondencia ante los intentos de Charlotte de averiguar su identidad.
Sus problemas no acaban aquí. La Escuela de Señoritas que dirige está a punto de zozobrar y David Masters, vizconde de Kirkwood, reaparece en su vida para traerle los recuerdos del error que a los 18 años cambió la vida de Charlotte para siempre. No es posible que David quiera volver a verla después del escándalo con el que cubrió a su familia cuando ambos eran adolescentes. Sin embargo, tal vez solo David podría ayudarla a salvar la escuela, ahora que el primo Michael ha desaparecido.
Construida con flashbacks sobre la historia de amor de David y Charlotte, que Jeffries contrapone sabiamente con el complicado presente de la protagonista, esta novela engancha desde el comienzo. La red de mentiras que uno y la otra han tejido a lo largo de los años pone en peligro el rencuentro de estos amantes de juventud.
El título en inglés es mucho más picante: Wed Him Before You Bed Him. O sea, llévalo al altar antes de llevarlo a la cama. Un consejo muy certero de la Escuela de Señoritas. Si bien El benefactor se lee con interés sin conocer las otras entregas de la serie, como aquí se revela finalmente la identidad del misterioso primo Michael, cuyas cartas aparecen las otras novelas, la sorpresa será más jugosa para quienes sigan toda la obra de la autora.
Sabrina Jeffreys es uno de los seudónimos de una autora estadounidense de novelas románticas históricas, también conocida como Deborah Martin y Deborah Nicholas. Sus series frecuentan la lista de best-sellers del New York Times. Terciopelo la publica en español.